¿Está en crisis la Semana Santa? por Laura Rivera

¿Está en crisis la Semana Santa?

El papel de la mujer en la Pasión y la polémica con las bandas de música de las cofradías

Laura Rivera.

¡No me lo puedo creer!

¡La Policía desalojando a las bandas de la Semana Santa cuando ensayaban bajo el puente en la muy santa y pía Zamora!

¿Qué está pasando?

¿Acaso ha llegado el autobús con la propaganda del "probablemente Dios no existe..." y ha hecho estragos entre los creyentes?

¿O es sencillamente una muestra más de la torpeza de los que mandan en el Ayuntamiento de Zamora, que en su afán por reprimir, sancionar y multar a todo dios, ya se llegan por los que en su nombre arman bulla con musiquitas a las tantas de la noche?

El caso es que les han disuelto como si de un botellón cualquiera se tratase, que no se diga que la iglesia católica tiene privilegios, sin diferenciar entre tocar la trompa y estar trompa, y se han tenido que ir con la música a otra parte después de irse de perdidos al río.

También puede ser que la ciudad, de puro tranquila, se esté volviendo intransigente y no soporte el menor ruido ni molestia, lo que unido a los proyectos de ordenanza de convivencia que multan por todo, nos lleve a denunciar cualquier actividad que vaya más allá de "a las diez en la cama estés".

O quizá sea culpa de la famosa crisis, la económica, que ha mandado tanta gente bajo el puente, y que no están para que lleguen los de las bandas de Semana Santa a tocarles marchas fúnebres, que bastante tienen con lo de ir tirando.

El caso es que por una u otra razón, o por todas y alguna más, parece que la Semana Santa no se libra de la crisis, y está desde hace varios años replanteándose lo que eran principios y prácticas que se hablan mantenido inamovibles desde sus orígenes y aceptando algunos cambios.

Uno de ellos, sin necesidad de Ley de Memoria Histórica, prudentemente y sin alboroto fue cambiar la denominación de la procesión de los "excombatientes".

El avance de la mujer en la ocupación de cualquier papel desempeñado en exclusiva por el hombre sin pensar si merecía la pena fue incorporando demandas de igualdad en las cofradías que aún no están resueltas a día de hoy.

Tampoco parecen resueltas las luchas de poder por ocupar los cargos directivos, ni las competencias entre la jerarquía católica y la jerarquía de la cofradía.

Encima todos los años se quejan de que tienen poco dinero para pagar a las bandas que acompañan a los pasos, y el Museo se queda pequeño y no tiene lo que debe tener cualquier museo moderno que se precie: un proyecto museístico.

¡Y ahora esto! Porque si no fuera bastante síntoma de crisis el no tener un lugar donde ensayar bajo techo las bandas de cornetas y tambores, encima les echan hasta de la calle, que ya es echar porque ¿dónde se puede ir?

Una persecución en toda regla por parte de la Policía y sus reglamentos, eso es lo que es. En ese afán escrupuloso de hacer cumplir la normativa, y para escarmiento de los zamoranos que dijeron no al aparcamiento de las Tres Cruces, ya me veo a la grúa municipal retirando los pasos estacionados en esa avenida mientras los cargadores se comen las sopas de ajo, y poniendo multas de la ORA a maría santísima hasta armar la de dios es cristo.

El caso es que estas bandas de Semana Santa siempre pueden recurrir al señor obispo y no les va a costar encontrar dónde ensayar en una ciudad con tantísimo patrimonio eclesiástico cerrado y abandonado.

Pero eso no quita para que pensemos que esta ciudad necesita centros cívicos donde puedan, entre otras muchas actividades, ensayar todas las bandas: las de Semana Santa, y las de rock, que también existen.

Y por lo que respecta a la disolución de las bandas por parte de la Policía cuando ensayan en la calle, adelante con la protesta en la Plaza Mayor si quieren porque están en su derecho. Pero no estaría de más que el de la mitra o quien corresponda empiece a decir que quizá este año las autoridades que quieran desfilar lo hagan con caperuz, capa o lo que corresponda, pero con la cara tapada como buenos penitentes, si lo son, de un Estado aconfesional.

Todo con el debido respeto a todas las religiones, a la católica, a los ateos y los que pasan de Dios porque "probablemente...", a los unos y los otros.

Laura dixit en la Opinión.