sábado, 31 de enero de 2009

Ricos, ricos

Recibí la semana pasada este correo que refleja lo que siempre decía mi abuelo:

Abuelo: España es el país más rico del mundo.

Nieto: ¿Por qué dices eso, abuelo?

Abuelo: Pues mira hijo, ¡fíjate si será rico este país, que con los gobernantes que siempre hemos tenido, lo bien que vivimos!

Ahora sí, el correo:
ASÍ ESTÁN LAS COSAS:

Le envié a un amigo que vive en EE.UU. un email con una pregunta: ¿Por qué somos pobres los españoles? Esta fue su respuesta desde EE.UU.:

Hola, cómo se ve que los árboles no te dejan ver el bosque...

¿Cómo puedes llamarte pobre, cuando eres capaz de pagar por un litro de gasolina más del triple de lo que pago yo?

¿Cuando te das el lujo de pagar tarifas de electricidad, de teléfono y móvil un 80% más caras de lo que me cuestan a mí?

¿Cómo puedes llamarte pobre cuando pagas comisiones por servicios bancarios y tarjetas de crédito el triple de lo que aquí nos cuestan, o cuando por un auto que a mi me cuesta 2.000 dólares ustedes pueden pagar el equivalente a 20.000 dólares?


¿Por qué ustedes sí pueden darse el gusto de regalarle 18.000 dólares al gobierno y nosotros no?


¡NO TE ENTIENDO!


Nosotros, los habitantes de Florida, somos pobres. Por eso el Gobierno Estatal, teniendo en cuenta nuestra precaria situación financiera, nos cobra sólo el 2% de IVA (más otro 4% que es Federal; total = 6%) Y no el 16% como a ustedes los ricos que viven en España.


Además, son ustedes los que tienen "Impuestos de Lujo" como son los impuestos por gasolina y gas, por alcohol, cigarros, cigarrillos, cerveza, vinos, etc. que alcanza hasta el 320% del valor original, y otros como: Impuesto sobre la renta (impuesto sobre el sueldo), impuesto sobre automóviles nuevos, impuesto a los bienes personales, impuesto a los bienes de las empresas, impuesto por uso del automóvil (de circulación). Y dichoso que todavía os dais el lujo de pagar un 16% de IVA por estos impuestos, además de todos los trámites y pagos nacionales y municipales (tasas).


Porque si ustedes no fueran ricos, ¿qué sentido tendría tener unos impuestos Nacionales, Autonómicos y Locales, de ese calibre?


¿POBRES?, ¿de dónde?


Un país que es capaz de cobrar el IMPUESTO A LAS GANANCIAS Y A LOS BIENES PERSONALES por adelantado (mediante retenciones) como España, necesariamente tiene que nadar en la abundancia, porque considera que los negocios de la nación y de todos sus habitantes siempre tendrán ganancias a pesar de saqueos y asaltos, mordidas, terremotos, sequía, invierno, corrupción, saqueo fiscal e inundaciones y por supuesto seguro que todos deben ganar muchísimo.


Los pobres somos nosotros, los que vivimos en USA y que NO pagamos impuesto sobre la renta si ganamos menos de 3.000 dólares al mes por persona (más o menos 2.000 €). Vds. tienen además el IBI, impuestos de basuras, impuestos sobre el consumo de Agua, Gas y Electricidad.


Y allí pagan seguridad privada en bancos, urbanizaciones, municipales, etc. mientras que nosotros nos conformamos con la pública. Allí hasta envían a los hijos a colegios privados, y mire si seremos pobres aquí en EE.UU., que las escuelas públicas nos prestan los libros de estudio previendo que no tenemos con qué comprarlos.


A veces me asombra la riqueza de los españoles que piden un préstamo cualquiera, y son capaces de pagar el 8% mensual de intereses, como mínimo.


No como aquí, que apenas llegamos al 8% anual (generalmente 7.8%), justamente porque NO estamos en condiciones de pagar más.


Supongo que, como todo rico, tiene un auto y que está pagando un 8% ó 10% anual de seguro; si le sirve de información, yo pago sólo 245 dólares por año. Y como les sobra el dinero, ustedes si pueden efectuar pagos anuales en concepto de eso que ustedes llaman IMPUESTO DE CIRCULACIÓN, (a parte de la ITV, zona verde, zona azul, aparcacoches forzosos, etc. mientras que acá nosotros no podemos darnos esos lujos y pagamos 15 dólares anuales por el STICKER sin importar qué modelo de auto conduzcas, pero claro, eso es para gente de recursos).


¡¡¡ ESO ES SER RICO!!!


Ser rico, es tener 86.000 concejales casi 9.000 alcaldes, 17 Presidentes de Autonomías, casi 1.600 parlamentarios autonómicos, 350 diputados en Cortes, 300 Senadores, 200 parlamentarios en Estrasburgo, una Casa Real, 20 Ministros y todos sus adláteres - paradójicamente a menor rango, mayor sueldo, hay alcaldes que ganan mas que el presidente del Gobierno -, todo esto para un país tan pequeño como el suyo.


¡¡¡ ESO ES SER RICO!!!


Vamos, se quedaron en ESPAÑA porque son RICOS. Somos los pobres como yo los que nos vinimos a probar suerte a otros lados.


Bueno, le mando un abrazo y ahí luego me cuenta cómo les va con el nuevo presupuesto, lo que sí es seguro es que les aumentarán más los impuestos. Pero no se preocupen, que la inflación se los va a diluir.


Pero bueno eso es lo de menos cuando se tiene el dinero para pagarlos. Y tengan por seguro que en el próximo discurso le van a dar un tremendo aplauso a su presidente.


Además eso es lo que hay que pagar por vivir en la 8ª potencia mundial, el mejor lugar del mundo y tercero donde la gente se siente más feliz del planeta.


Un saludo:



Su pobre amigo inmigrante.


P.D.:
SI NO LO REENVÍAS NO TE PASARÁ ABSOLUTAMENTE NADA PERO SI DECIDES HACERLO POSIBLEMENTE OTROS SE INDIGNEN IGUAL QUE TU, Y TUS GOBERNANTES RECIBIRÁN MÁS Y MÁS SALUDOS PARA SU PROGENITORA. AL MENOS ASÍ NOS UNIMOS EN ALGO Y QUIEN SABE, QUIZÁS ALGÚN DÍA, PODAMOS CAMBIAR LAS COSAS EN NUESTRO PAÍS.

Como se puede apreciar, la ironía no puede estar más patente.

viernes, 30 de enero de 2009

Gervasio Sánchez

Discurso pronunciado por el ganador del Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, Gervasio Sánchez, e introducción al mimo por José Saramago, y no por ese órden:
Enlace

José Saramago:

Los ojos que tengo no me han servido de mucho. Veo las letras que voy lanzando, una tras otra, sobre la página blanca del ordenador, formo palabras que, mejor o peor, le van contando a quienes me leen ciertas opiniones, ciertas ideas que llamo mías, visiones del mundo les llamaría retóricamente si el mundo se dejase conocer por tan poco. Mucho de lo que veo, sólo lo veo porque otros lo han visto antes. Me duele hasta el remordimiento haber sido tan pocas veces en mi vida el que vio. En rigor, no vivo en una burbuja protectora, pero me doy cuenta de que estoy rodeado de personas dispuestas a evitarme choques que, dicen, e tal vez alguna razón tengan, podrían afectar negativamente mi trabajo. No sé. Lo que sí sé es que el muro de que me siento a veces rodeado, al final es más frágil de lo que parece, lo acometen frecuentemente, con particular violencia, las investidas brutales de la realidad. El libro reciente al que el fotógrafo Gervasio Sánchez le ha dado el título de Sarajevo es uno de eses casos. Aquí le manifiesto mi profunda gratitud por haberme permitido ver con sus ojos, ya que los míos para tan poco me han servido. Y le agradezco también la lealtad personal y profesional que lo condujo a escribir que “la guerra no se puede contar”. Para que no tengamos ilusiones, nosotros los que escribimos.

– //–


Discurso pronunciado por Gervasio Sánchez (periodista y fotógrafo) durante la entrega de los premios Ortega y Gasset

Estimados miembros del jurado, señoras y señores:


Es para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo. ….


Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.


No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.


Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.


Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad. Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.


Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi.


Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.


Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.
Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.


Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.

Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.


Muchas gracias.

En el enlace de Gervasio Sánchez se habla del libro y la exposición que ha ganado el fotografo. También en la misma página se halla información para poder ayudar económicamente a las organizaciones que luchan contra este tipo de barbarie.

La foto premiada (Sofia Elface Fumo, con su hija Alia):


Entre los asistentes al acto público, aparte del numeroso público, estaban también la vicepresidenta del gobierno, el presidente del Senado, varios ministros, la Presidenta de la Comunidad de Madrid y el Alcalde de Madrid, además de todos los demás medios de prensa. Pues bien, ¿alguien ha oido algo de este tema? Condenado al ostracismo.


Y el fotógrafo y periodista que probablemente no volverá a ver premiado ningún trabajo suyo en España.

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jueves, 29 de enero de 2009

Los Amos del Mundo

Hoy toca un artículo del escritor español, usufructario actual de la silla correspondiente a la letra T de la Real Academia Española, Arturo Pérez-Reverte, publicado en 'El Semanal' el 15 de noviembre de 1998, y que ahora, diez años después, parece una visión de Nostradamus:

LOS AMOS DEL MUNDO
Arturo Pérez-Reverte

Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla intro del computador, su futuro y el de sus hijos. Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.

Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.

Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden. No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro. Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia. Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados. Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja. Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad. Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no. Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros. Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda. Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida. Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena. Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.

SALUD.


¿Qué, cómo lo vemos?

miércoles, 28 de enero de 2009

Un ERE para Zamora

Publica hoy La Opinión-El Correo de Zamora en la sección de opinión un artículo de Laura Rivera, que copio aquí:


Un ERE para Zamora

Alaban nuestro pasado histórico porque el presente está lastrado por las estadísticas

Mientras los trabajadores de las grandes empresas comenzaban a salir a la calle para protestar hasta contra los expedientes de regulación de empleo, porque veían peligrar su estabilidad laboral y sus condiciones de vida, aquí, en la Zamora olvidada, se recreaba mediante una cumbre bilateral entre España y Portugal, la época mítica de "cuando Zamora era reino", celebrando mediante fastos, encuentros y comidas que el presidente ZP hubiera elegido esta ciudad ("al otro lado del Duero / un lugar se me olvidaba"), para hablar con la vecina República de Portugal de proyectos conjuntos de desarrollo para ambos países.

Aquí tan contentos, que somos buena gente y agradecidos de que se acuerden de nosotros aunque sólo sea para alabar nuestro pasado histórico, porque el presente está lastrado por las estadísticas que nos colocan tozudamente en los últimos puestos del desarrollo, los primeros del paro, y en proceso de despoblación a un ritmo de mil zamoranos menos al año.

Algunos zamoranos salían a la calle, desafiando el cerco policial que había tomado la ciudad, para hacer honor a tanto visitante ilustre y con poder para cambiar las cosas, y algunos hasta cogieron la pancarta para reivindicar ante los que mandan lo que aquí necesitamos: los inasequibles al desaliento del Hospital para el Norte de la provincia; los también incansables del tren Vía de la Plata; los policías que llevan meses de movilizaciones constantes; alguna voz suelta que recordaba Softteck o promesas más antiguas... incumplidas.

Un par de capotes bastaron para dominar la plaza a los que mandan: el tren Vía de la Plata se puede abrir si Estado y Junta lo financian; del Hospital en Benavente ni se habló porque lo de la cofinanciación ya se propuso hace años; Softteck todavía es posible y además se va a poner un Parque Tecnológico de Energías Renovables en el Campus (¿quién lo va a pagar?), y bueno, lo más seguro es que en Zamora se haga otra fiestecita, esta vez de conmemoración de la entrada en la Unión Europea de España y Portugal.

El caso es que yo veo que hasta en ciudades pequeñas de esta Comunidad, los trabajadores salen a la calle para pedir un ERE o protestar por las condiciones de alguno. Pero aquí, en Zamora, los despidos y los cierres se hacen "a pelo" sin más protección que la que cada trabajador se ha ido ganando a pulso contra viento y marea neoliberal.

Por eso me gustaría que en estas fiestecitas con las que nos entretienen alguien empezara a pedir un ERE para Zamora, para provincias cuyas empresas no son grandes y no tienen margen para poder enviar a parte de su plantilla al paro temporalmente para pasar el bache económico, organizativo o tecnológico, o simplemente la crisis, como en otros lugares, y que sucumben -trabajador y empresa- al despido o al cierre. Claro que el ERE para Zamora debería ser promovido por el Estado, ese mismo Estado que ha salvado a los bancos pero abandona a su suerte a miles de trabajadores que van engrosando las cifras del paro, sin paliativos.

Una renta social para todos sería el mejor ERE para los trabajadores, vivieran donde vivieran. Se podría empezar por estas zonas como Zamora, donde no se negocian apenas EREs (sólo me viene a la cabeza el de Pevafersa) para ir tirando. Más renta social y menos "saraos" políticos. Buen lema para la próxima cumbre.

domingo, 25 de enero de 2009

El proceso de construcción de la mentalidad colonial explicado por una israelí

Encuentro en kaosenlared.net un artículo que aunque largo es, cuando menos, interesante:

El proceso de construcción de la mentalidad colonial explicado por una israelí

HISTORIA Y "MORAL" DE LA LIMPIEZA ÉTNICA EN PALESTINA. Victoria Bunch

Llegué a Israel hace 40 años. Me llevó muchos años comprender que la existencia de mi país en su forma actual se basa en una continua limpieza étnica de la población palestina. El proyecto se inició hace muchos años. Sus semillas se remontan a la falacia fundacional del movimiento sionista, que se propuso establecer un Estado nacional judío en un lugar habitado por otra nación. En estas condiciones a uno le asiste, a lo sumo, el derecho moral de luchar por un Estado binacional. El establecimiento de un Estado nacional implica más o menos por definición la depuración étnica de los anteriores habitantes.

Albert Einstein se percató de esta falacia hace mucho tiempo. Poco después de la Primera Guerra Mundial, "Einstein se quejó de que los sionistas no estaban haciendo lo suficiente para llegar a un acuerdo con los árabes palestinos ... Él era partidario de una solución binacional en Palestina y previno a Chaim Weizmann contra el nacionalismo de "estilo prusiano»". [1]

Pero el movimiento sionista hizo oídos sordos a esas advertencias. Así que aquí estamos, casi un siglo después, con un Estado nacional judío dominado por nacionalistas militaristas y por militantes entregados con celo a la tarea de colonizar y "judeizar" el territorio bajo control israelí a ambos lados de la Línea Verde (la frontera de 1967). El proyecto ha sido llevado adelante ininterrumpidamente y sin descanso por parte de todos los diversos gobiernos israelíes, recientemente al amparo de unas "negociaciones" de pacotilla con el Presidente Abbas. La mayoría de las instituciones israelíes participan en dicho proyecto. Generación tras generación, los jóvenes israelíes ingresan en el ejército para ofrecerle la cobertura militar necesaria. La muchachada israelí ha sido sometida a un lavado de cerebro para que pueda creer honestamente que el ejército lucha "por la existencia de Israel". Sin embargo, en opinión de la autora de este artículo y de muchas otras personas parece evidente que la supervivencia de la comunidad judía en este país depende de establecer mecanismos viables de convivencia con los palestinos. De modo que bajo el lema de "lucha por la existencia" el Estado de Israel está llevando a cabo un proyecto de naturaleza esencialmente suicida.

Esta perspectiva de larga data que permea la visión de las clases gobernantes israelíes quedó resumida sucintamente en un libro recientemente publicado por un académico estadounidense llamado Saree Makdisi: Palestina Inside Out. El libro "sugiere que la ocupación no es más que otro rasgo más de la vigente política israelí de expulsar lentamente de sus tierras a la población nativa palestina. Esta política es anterior a la fundación del Estado y todas las prácticas que desarrollan los ocupantes (asentamientos ilegales, confiscación de tierras, demolición de viviendas, etc.) sirven a ese objetivo final". [2]

Si usted descree de la afirmación anterior deténgase a considerar una serie de declaraciones realizadas por el propio David Ben Gurion en una época anterior incluso a la creación del Estado de Israel (Ben Gurion fue líder del movimiento sionista antes de 1948 y el primer Primer Ministro de Israel a partir de 1948):

"La transferencia forzosa de los árabes [palestinos] de los valles del Estado judío propuesto [por el plan de partición de la o­nU] podría darnos algo que nunca tuvimos, ni siquiera cuando vivíamos en nuestra propia tierra en la época del primer y segundo Templos... Nos están dando una oportunidad con la que jamás nos atrevimos a soñar ni en nuestras más descabelladas fantasías. Esto es más que un Estado, gobierno y soberanía: esto es la consolidación nacional en una patria libre". [3]

"Gracias a la transferencia forzosa [de la población nativa palestina, dispondríamos de] un vasto territorio [para establecer asentamientos]... Yo apoyo la transferencia forzosa. No veo nada inmoral en ella". [3]

Durante la guerra de 1948 cerca de dos tercios de los palestinos que acabarían convirtiéndose en refugiados fueron expulsados de sus hogares por el incipiente ejército israelí y un tercio se convirtieron en refugiados para escapar de los peligros de la guerra. A toda esta gente (entre 750.000 y 1.000.000 de personas) se les impidió regresar a Israel tras el acuerdo de armisticio. Sus casas y bienes fueron arrasados o apropiados por el Estado israelí.

Entre los habituales mantras que recitan los israelíes para justificar lo anterior figura éste: "Israel aceptó el plan de partición de la o­nU y los árabes no, por lo que todo lo que ocurrió después es culpa los árabes". Lo que taimadamente se omite al decir eso es que los árabes palestinos constituían entre un tercio y la mitad de la población del territorio asignado al hogar nacional judío (según diversos informes de las Naciones Unidas). ¿Por qué deberían estas personas, cuyos antepasados vivieron allí durante generaciones, aceptar vivir en una patria ajena? Imagínese, por ejemplo, la reacción de los franceses belgas si la o­nU designara a su país como "hogar nacional flamenco".

Pero el principal mantra con el que se aporrea la conciencia de cada ciudadano israelí desde el jardín de infancia es el argumento de que en 1948 se trataba de "o ellos o nosotros", "los árabes nos habrían arrojado en el mar si no hubiéramos establecido un Estado de mayoría judía y no hubiéramos creado un ejército poderoso", etc. Tengo mis dudas sobre ese sonsonete, pero supongamos que por un momento que las cosas hubieran sido efectivamente así. Entonces llegó el año 1967 y la Guerra de los Seis Días. Otro capítulo en la "lucha por la existencia" de Israel en contra de árabes recalcitrantes que seguían intentando arrojarnos al mar. En un primer momento eso es lo que parecía. Yo, al igual que la mayoría de mis compatriotas, me creí durante muchos años que 1967 fue de hecho un momento de peligro existencial para Israel. Hasta que me tropecé con algunas elocuentes palabras pronunciadas por nuestros propios líderes [4]: "(a) The New York Times citó el discurso que el Primer Ministro Menachem Begin (1977-83) pronunció en agosto de 1982 y en el que dijo: «En junio de 1967 tuvimos una elección. Las concentraciones del ejército egipcio en el Sinaí no constituían una prueba de que (el Presidente Gamal Abdel) Nasser (1956-70) estuviera realmente a punto de atacarnos. Debemos ser honestos con nosotros mismos. Decidimos atacarlo nosotros».

(b) En febrero de 1968 Yitzhak Rabin, dos veces Primer Ministro de Israel (1974-77 y 1992-95), confesó lo siguiente al diario francés Le Monde: «No creo que Nasser quisiera la guerra. Las dos divisiones que envió al Sinaí el 14 de mayo no habrían sido suficientes para iniciar una ofensiva contra Israel. Él lo sabía y nosotros lo sabíamos».

(c) El general Mordejai Hod, Comandante de la Fuerza Aérea israelí durante la Guerra de los Seis Días, dijo en 1978: "Aquellos ochenta minutos iniciales [de la guerra de los Seis Días] fueron el resultado de 16 años de planificación. Vivíamos con el plan, dormíamos con el plan, comíamos el plan. Lo íbamos perfeccionando constantemente».

(d) El general Haim Barlev, jefe del ejército israelí, dijo a Ma ariv en abril de 1972: «En vísperas de la Guerra de los Seis Días no nos amenazaba ningún genocidio y jamás barajamos esa posibilidad".

Así pues, en lugar de "frustrar un peligro existencial" en 1967 el Estado de Israel llevó a cabo una operación militar efectiva para apoderarse de más territorio. No hay nada nuevo en esa propaganda sobre el supuesto "peligro existencial". Antes que los israelíes muchos otros conquistadores y ocupantes a lo largo de la Historia Antigua y Moderna maquillaron la adquisición de territorio por medio de la conquista embelleciéndola con eufemismos agradables tales como "destino manifiesto", "carga del hombre blanco", "difundir la verdadera religión / la cultura / la democracia", o lo que fuere.

Al lector tal vez le interese saber que la conquista de territorios realizada en 1967 por el Estado de Israel había sido vaticinada veinte años antes por Ben-Gurion en la época del plan de partición (supuestamente aceptado por los dirigentes sionistas). Véanse las siguientes citas de Ben-Gurion, recopiladas en el libro de un historiador israelí [5]:

"Así como no veo en el Estado judío propuesto una solución definitiva a los problemas del pueblo judío, igualmente no veo la partición como la solución definitiva de la cuestión de Palestina. Los que rechazan la partición tienen razón al afirmar que este país no puede ser dividido porque constituye una unidad, no sólo desde un punto de vista histórico sino también desde el punto de vista físico y económico".

"Una vez establecido el Estado [judío] crearemos un gran ejército, aboliremos la partición y nos expandiremos a toda Palestina".

Me pregunto si en algún momento de la historia ha habido alguna asociación de personas que se haya apropiado de bienes ajenos por la fuerza bruta y que se hayan juzgado a sí mismos con tanta indulgencia. Una y otra vez los conquistadores se han considerado a sí mismos como víctimas involuntarias de las circunstancias y de los bárbaros (¡sus propias víctimas!) contra los que lamentablemente tienen que proteger sus derechos. Considérense las siguientes manifestaciones de Benny Morris, un historiador que documentó la limpieza étnica de 1948. En una entrevista a Morris del año 2004 publicada en Haaretz se puede leer lo siguiente [6]:

"Q: El título del libro que ahora está publicando usted en hebreo es "Víctimas". Así pues, finalmente su argumento es que de las dos víctimas de este conflicto, nosotros [los israelíes] somos las mayores.

Morris: Sí. Exactamente. Somos las mayores víctimas a lo largo de la historia y también las mayores víctimas potenciales. Aunque estamos oprimiendo a los palestinos somos la parte más débil aquí. Somos una pequeña minoría en medio de un océano de árabes hostiles que nos quieren eliminar".

Esta opinión es representativa de la corriente de pensamiento mayoritaria en Israel. Con el paso de los años ha sido elevada a la categoría de axioma y probablemente ninguna oferta razonable de paz (por ejemplo la última oferta Saudí) será capaz de hacer mella en ella. Los israelíes están usando este eslogan para eximirse a sí mismos de la obligación humana de comportarse decentemente con los palestinos. La mayoría de judíos de Israel se han autoconvencido de que tienen un derecho moral a expropiar y expulsar a los palestinos porque los palestinos son tan bárbaros que no respondieron a las "generosas ofertas de paz" de Israel y "sólo querían arrojarnos al mar". Porque somos una nación de supervivientes del Holocausto. Mis compatriotas se veían a sí mismos como protagonistas de una versión moderna de "El Señor de los Anillos" de Tolkien, protagonizándola, por supuesto, como hermosos elfos forzados por su adverso destino a combatir a los feos íncubos palestinos (íncubos = "terroristas"). La piedad humana no se aplica a los "terroristas". Nadie hace concesiones territoriales o acuerdos de paz con "terroristas".

Lo anterior explica la masiva participación de los, por lo demás, normales y más o menos decentes israelíes en los programas de limpieza étnica actualmente en marcha. ¿Cómo si no se puede explicar que un anciano moribundo y su esposa sean sacados por la fuerza de su apartamento en Jerusalén oriental para hacer sitio a los colonos judíos? ¿Cómo comprender que el "Museo de la Tolerancia" se construya en Jerusalén sobre el solar de un antiguo cementerio musulmán? ¿O la ofensiva israelí en Cisjordania contra los orfanatos mantenidos por organismos de beneficencia islámicos? ¿O los progromos que perpetran en Hebrón y en otras partes de los territorios ocupados gángsters-colonos judíos financiados por el Estado de Israel? ¿O el sadismo generalizado con el que los soldados israelíes tratan a los detenidos palestinos? ¿O los asaltos a los hogares palestinos durante incursiones militares nocturnas en ciudades y aldeas palestinas? ¿O las demoliciones de hogares palestinos en Cisjordania y Jerusalén oriental con el obsceno pretexto de ser "construcciones ilegales"? ¿O el sistemático latrocinio de tierras palestinas para beneficio de los colonos judíos? Y así muchas cosas más [7].

La Franja de Gaza es el lugar donde el sadismo israelí con ínfulas de superioridad moral ha alcanzado nuevas cotas. La Franja está densamente poblada, en su mayor parte por descendientes de los palestinos expulsados en 1948. Mucho antes de la segunda Intifada los israelíes confiscaron lo más selecto del territorio de Gaza a lo largo de la playa (cerca de ¼ de la superficie de la Franja) para asentar allí a unos pocos miles de colonos judíos. Así y todo, un millón y medio de palestinos de Gaza llevaban un tipo de vida normal (bajo ocupación israelí) cultivando frutas y verduras, fabricando materiales de construcción y otros productos para el mercado israelí y trabajando como jornaleros en el interior de la Línea Verde. Antes de la segunda Intifada a Israel llegaba muy poco terror procedente de Gaza.

Sin embargo, desde el comienzo de la Intifada (año y medio antes de que los palestinos lanzaran el primer cohete contra territorio israelí) el ejército israelí inició la destrucción sistemática de la Franja. Los israelíes llevaron a cabo incursiones cada pocas semanas y destruyeron fábricas y talleres, carreteras, labranzas, casas, y todo lo que se les ocurriera. Los israelíes cerraron el acceso de los gazatíes a la economía israelí. Finalmente, los desesperados palestinos recurrieron a disparar cohetes Kassam que rara vez causaban víctimas o daños reales pero que servían como excelentes pretextos para la "acción" militar israelí".

Y entonces Sharon ejecutó su brillante movimiento de propaganda: la "desconexión" de Gaza. Toda la operación se vendió como una prueba de la buena voluntad israelí. Los asentamientos israelíes de Gaza fueron efectivamente eliminados, pero el ejército se desplegó alrededor de la Franja y la convirtió en una gigantesca prisión. El estrangulamiento económico de Gaza se intensificó hasta niveles draconianos, especialmente después de que el gobierno de Hamas abortara el putsch de Fatah que habían auspiciado al alimón Israel y USA. (No soy fan de Hamás, pero su gobierno fue elegido democráticamente por los palestinos). Hamas propuso en varias ocasiones iniciar negociaciones con Israel sobre la base de las fronteras de 1967, pero los israelíes limitaron al máximo la difusión de esas propuestas de Hamas e hicieron caso omiso de ellas. Con toda seguridad esas negociaciones habrían conseguido detener el lanzamiento de Kassams, pero los dirigentes israelíes parecían interesados en que la violencia continuara. Los Kassam crearon una gran oportunidad para degustar otra ración de la propaganda del "pobres de nosotros" y fueron una gran excusa para evitar satisfacer las legítimas exigencias internacionales reclamando el fin de la masiva colonización de Cisjordania.

Por último, se negoció una tregua con Hamas. Desde el comienzo de la tregua el ministro de Defensa israelí Barak inició los preparativos para un ataque masivo contra Gaza [8]. El 14 de noviembre la tregua con Hamas fue rota deliberadamente por orden de Barak cuando los israelíes mataron a varios combatientes de Hamas. A esas muertes siguió una respuesta palestina totalmente previsible: la cancelación de la tregua y una salva de cohetes. El bombardeo fue utilizado por Barak como pretexto para justificar una operación a gran escala que incluía la masacre de cientos de gazatíes con misiles lanzados desde aviones. Esta exhibición de fuerza forma evidentemente parte de la próxima campaña electoral de Barak y Livni, al precio de centenares de bajas palestinas y de algunas israelíes (pues en el ínterin los palestinos han mejorado su puntería). En una próxima operación terrestre los soldados israelíes también son susceptibles de pagar con sus vidas esta modalidad de campaña electoral.

¿Saben cómo interpreta todo lo anterior el israelí de a pie? Así: «Nosotros, los israelíes, en un acto de auto-sacrificio, expulsamos a pobres colonos judíos de sus "hogares" en la Franja de Gaza y les dimos a los palestinos una oportunidad de vivir una existencia libre y feliz. Pero los palestinos rechazaron nuestros esfuerzos de paz y prefirieron seguir alimentando su adicción a "arrojar judíos al mar". Gaza podía haberse convertido en una nueva Singapur, pero en lugar de eso los gazatíes prefirieron disparar cohetes contra los israelíes".

La retirada israelí de Gaza fue así un movimiento brillante por parte de ese genio del mal llamado Sharon. Proporcionó al israelí medio una absolución moral general. Los palestinos les habían "decepcionado". Ahora los dirigentes israelíes pueden hacer con los palestinos lo que les plazca. No esperen ni la más mínima protesta pública por parte del público judío israelí, a excepción de una pequeña minoría de "judíos auto-odiadores" como la persona que suscribe.

Créanme, estos judíos israelíes que se inscriben en la corriente de pensamiento mayoritario no son monstruos congénitos. Simplemente, no conocen nada mejor. Desgraciadamente yo solía ser una de ellos. Entonces un día me tropecé en Cisjordania, más o menos por casualidad, con un grupo de activistas. Hice algunos amigos palestinos y finalmente llegué a comprender el carácter criminal del trato que inflinge mi país a los palestinos. Y he aprendido a hacer caso omiso de la dosis diaria de propaganda absurda que los medio de comunicación suministran a mis compatriotas en lugar de noticias. Pero, ¿cómo convencer a mis compatriotas de que no escuchen esa propaganda? No lo sé.

Por otra parte, no tiene por qué ser así. Además de los cuatro o más millones de palestinos apátridas que viven en los territorios ocupados hay cerca de un millón de palestinos que viven dentro de la Línea Verde y que tienen ciudadanía israelí. A pesar del considerable racismo interior, muchos de esos ciudadanos palestinos están profundamente implicados en la sociedad israelí. Hay médicos y enfermeras árabes en los hospitales israelíes, estudiantes árabes en las universidades israelíes, etc. Existe un notable grado de coexistencia y cooperación entre judíos y árabes allí. Pero un colega judío de la corriente mayoritaria que podría tratar a su compañero de trabajo árabe de forma perfectamente decente seguiría estando orgulloso de un hijo soldado que se encontrara "sirviendo al país" en los Territorios Ocupados. Él o ella seguiría repitiendo la propaganda racista sobre el "peligro demográfico" representado para el Estado de Israel por sus ciudadanos árabes, se creería los sanguinarios discursos televisivos de los generales y ex-generales, y votaría por cualquiera de los tres principales partidos sionistas, el Likud, Kadima y el Laborista, cuyos dirigentes llevan años entregados a tareas de limpieza étnica.

Por el bien de las dos naciones que viven en este país esta ignominia debe cesar. Debe ser detenida por la presión externa, porque dentro de Israel en la actualidad no existen fuerzas políticas significativas capaces de plantarle cara. Por favor, amigos míos, hagan algo, y háganlo urgentemente. Y, por favor, hagan caso omiso de las eternas "negociaciones" entre nuestro gobierno y la impotente Autoridad Palestina: no son más que una tapadera para avanzar aún más en la pieza étnica. Si no me creen, vengan a ver la masiva construcción de asentamientos en Jerusalén oriental y Cisjordania y los muros de los guetos palestinos.

(*) Victoria Buch es académica israelí y activista del movimiento contra la Ocupación. Su correo electrónico es: vvbb54@yahoo.com

Notas:

[1] La Piedad de Todo, libro de Amos Elon sobre los judíos alemanes.

[2] De una reseña sobre el libro de Makdisi: Inside Out Palestina, Lena Tuffaha Khalaf, IMEU 2008.

[3] Las víctimas justas, de Benny Morris

[4] Recopilados por Stephen Lendman. Véase: http://www.zmag.org/znet/viewArticle/15348) [5] El nacimiento de Israel: Mitos y realidades, de Simha Flapan

[6] El texto completo de la entrevista se encuentra en el sitio web de Counterpunch

[7] *Se puede encontrar información, por ejemplo en la revista Ocupación, sitio web del movimiento activista israelí contra la Ocupación.

[8] Desinformación, secretismo y mentiras: cómo se urdió la ofensiva contra Gaza, de Barak Ravid, Haaretz http://www.haaretz.com/hasen/spages/1050426.html


¿Qué más se puede decir? Saludos.

sábado, 24 de enero de 2009

Valdeón se equivoca aún más que Vázquez

La Asociación de Promotores Inmobiliarios hablaba en este diario de que en Zamora el año pasado se han construido 3.000 viviendas y que las ventas han sido de unas 500. Es un dato para reflexionar. La vivienda no es un bien como otro cualquiera. Para su construcción se han tomado una serie de decisiones por los representantes de la ciudad, desde la aprobación del Plan de Urbanismo hasta la licencia de construcción, que implican una conexión entre la producción de ese bien y los costes sociales y medioambientales que implica.

De ajustar la oferta y la demanda en la producción de televisores se encargará el mercado mismo, pero el ajuste de producción de viviendas debe hacerlo el poder público. En Zamora cada vez hay más viviendas vacías vendidas y más viviendas sin vender que no tienen salida en el mercado. Pero el Ayuntamiento debe correr con unos gastos derivados de las urbanizaciones y el mantenimiento de los servicios que implican al bolsillo de todos los ciudadanos. Por eso es importante regular un sector que tiene una deriva social importante. Al Ayuntamiento le interesa que la oferta se ajuste a la demanda y además que las viviendas sean lo más baratas posible para lo que tiene instrumentos a través del Plan de Urbanismo para favorecer la vivienda protegida.

Los datos que aparecen en la Memoria Informativa del PGOU que todavía no ha hecho público la Alcaldesa Rosa Valdeón corrigen a la baja los datos de la Asociación de Promotores, pero el mensaje es el mismo: en Zamora se están construyendo viviendas que el mercado no es capaz de absorber. Desde las 976 de 2002, hasta las casi 1.700 de 2007. El ritmo de ventas puede que se cifre en las 500 como dice Aprinza, pues ese dato parece corroborarse en las diferentes Memorias de los planes de urbanismo. Esa descompensación se produce en los últimos años en los que ya se reconoce por todos los partidos políticos que se ha fomentado una burbuja inmobiliaria muy perjudicial para la economía del interés general.

En cuanto a los precios del metro cuadrado de vivienda, y en contra de los principios del capitalismo, el exceso de oferta no ha hecho bajar los precios. En Zamora según la Memoria del PGOU escondido, el metro cuadrado de vivienda en el año 2000 valía 1.000 €, y en año 2007 se estimaba en 2.100 €. Más del doble en tan sólo siete años para un bien que los poderes públicos tienen la obligación de darle una dimensión social.

En estos momentos hay multitud de planes parciales abiertos en la ciudad. Alguno de ellos con más de 1.000 viviendas en proyecto. Por el contrario sectores del interior de la ciudad se van despoblando y sus casas arruinando. El Casco Antiguo, San Lázaro, algunas zonas de la margen izquierda (¿se ha dado la Alcaldesa un paseo por Rabiche?), etc.

Proyectar 12.000 viviendas nuevas en el PGOU de 2009 en la margen izquierda del Duero, aparte de los muchos miles ya proyectados en el Plan de 2001, carece de sentido. Proyectar viviendas a cuatro o cinco kilómetros en dirección a Carrascal, cuando mantenemos bolsas de suelo importantes sin desarrollar en el propio casco urbano no puede explicarse.

La ciudad se proyecta ahora para 166.000 habitantes (¡), cuando en el Plan de 2001 se proyectaba para 104.000. Pero nos mantenemos anclados en los 66.000.

En fin, sólo rogar a la Sra. Alcaldesa que saque a la luz el Plan cuanto antes y que comience el debate en la sociedad. Que se pronuncien los sindicatos, los partidos, el Colegio de Arquitectos, la FAVE, el Foro Ciudadano, la CEOE y los ciudadanos preocupados por su ciudad. A ver si entre todos logramos convencer a la Alcaldesa de que lo que pretende no corrige el error de su antecesor (y del Sr. Macías), sino que lo eleva al cuadrado.

Ya todo el mundo sabrá que, efectivamente, es demencial creer que en Zamora capital algún día seremos 166.000 personas, más cuando lo único que hacemos es perder población a favor de capitales con más recursos. ¡Ver para creer!

viernes, 16 de enero de 2009

Vergüenza


Vergüenza es uno de los sentimientos que nos acechan al hablar del trato que recibe Palestina, que no Gaza, por parte de Israel.

Pero esto ya es "perro viejo", en un país, mucho más cercano (hablo de la antigual Yugoslavia),no hace demasiado tiempo, los desmanes fueron parecidos ante la indiferencia de nuestros líderes, porque la gente sencilla sí que se manifiesta en contra de todo tipo de barbarie.

¡Y todavía dicen que estamos en el siglo XXI, mandagüevos!
Enlace
Por cierto, el dibujo es de Guillermo Tostón, alias de La Tos. ¡Gracias por tu trabajo!

En cuanto tenga un rato, ampliaré este pequeño comentario.