jueves, 20 de septiembre de 2007

Pequeña historia con moraleja

Fábula del pollito y el halcón y la vaca.

Érase una vez un pollito, una vaca y un halcón. El halcón quería comerse al pollito, el pollito quería vivir y la vaca... bueno, la vaca simplemente estaba allí.

El halcón vigilaba todos los movimientos del pollito intentando apresar al mismo para llenar el estómago.

Pues bien, sucedió que un día el pollito paseaba un poco más distraido de lo que la situación en que estaba aconsejaba y de repente se vio en medio de un prado grande, sin protección por ningún lado. El halcón, ojo avizor, vio que era su oportunidad y la aprovechó.

Pero quiso la casualidad que pasara por allí una vaca de conciencia tranquila, que pastando por el prado, como no, llegara a dónde el pollito esperaba una muerte segura. Al verla el pollito le dijo a la vaca:

- ¡Vaca, ya sé que no nos conocemos de nada pero necesito que me ayudes, por favor, y me ocultes pues ese halcón que está ahí arriba sólo busca mi perdición!

La vaca, que como ya he dicho, era de carácter afable, sólo vió una solución y se la contó al pollito:

-¡Pollito, lo único que se me ocurre es que te entoñe en una plasta de cacas ("mierda de vaca")! No será agradable, pero salvarás la vida. Y por favor, no salgas de ahí hasta que yo te avise y el halcón no esté ¡Esto es todo lo que puedo hacer por tí!

-¡De acuerdo!, dijo el pollito.

Pero resultó que la plasta en que entoño al pollito fue esa vez especialmente maloliente, especialmente pringosa, especialmente más asquerosa que las que salían por el esfinter de la vaca, pero sirvió para que el halcón, al dejar de ver al pollito se alejara lo suficiente, pero sin apartar la vista de la vaca, puesto que le parecía un poco raro que viera al pollito y en momento de despiste desapareciera de su magnífica vista.

El pollito, que aunque llevaba entoñado muy poco tiempo, no aguantaba más, decidió por su cuenta y riesgo sacar la cabeza para ver qué pasaba allí fuera. Nada más hacerlo, el halcón lo vió, se lanzó en picado y lo sacó de la plasta, lo llevó a su nido y se lo comió.

La moraleja de esta historia es que ni todo el que te cubre de mierda es tu enemigo, ni todo el que te saca de ella es tu amigo.



Esto viene a cuento de lo acaecido en nuestro ayuntamiento con las cuentas de las fiestas del 2006. Supongo que en años anteriores habrán pasado cosas similares, ya que no se han presentado cuentas durante muchos, pero que muchos años.

Seguramente, algunos concejales socialistas, pasados, presentes y futuros piensen que los de IULV sólo nos dedicamos a darles caña constantemente; tal vez tengan razón pero no han de verlo como ataques personales, si no como ataques al cargo que ocupan u ocuparon y que tan mal han representado.

El ayuntamiento no es la casa de las personas que ocupan un cargo en el mismo, es la representación de todos los vecinos de Villaralbo. La gestión de un ayuntamiento no se parece en nada a la gestión de una casa; en casa propia cada cual decide qué hacer con su dinero sin dar explicaciones a nadie por ello, pero en un ayuntamiento las cosas son distintas, precisamente porque los dineros que se gestionan ni son propios ni pocos, si no públicos. Pues bien, en este ayuntamiento la gestión ha sido, siendo benévolo y para no echar más leña al fuego, como en una casa particular mal gestionada, dónde ni se controlaban -de la forma establecida por las leyes, esto es, de forma precisa- la procedencia de los dineros y los gastos en cuanto a las fiestas se refiere. No aparece nada, y eso como he dicho, del pasado año 2006. ¿Qué no habrá de otros años?

Y como esta "caca de vaca" es especialmente maloliente, especialmente pringosa y especialmente asquerosa, serán las últimas palabras que diga de ella, salvo que esto llegue al puerto que espero llegue: la administración de justicia.

Saludos, conciudadan@s.

No hay comentarios: