sábado, 24 de enero de 2009

Valdeón se equivoca aún más que Vázquez

La Asociación de Promotores Inmobiliarios hablaba en este diario de que en Zamora el año pasado se han construido 3.000 viviendas y que las ventas han sido de unas 500. Es un dato para reflexionar. La vivienda no es un bien como otro cualquiera. Para su construcción se han tomado una serie de decisiones por los representantes de la ciudad, desde la aprobación del Plan de Urbanismo hasta la licencia de construcción, que implican una conexión entre la producción de ese bien y los costes sociales y medioambientales que implica.

De ajustar la oferta y la demanda en la producción de televisores se encargará el mercado mismo, pero el ajuste de producción de viviendas debe hacerlo el poder público. En Zamora cada vez hay más viviendas vacías vendidas y más viviendas sin vender que no tienen salida en el mercado. Pero el Ayuntamiento debe correr con unos gastos derivados de las urbanizaciones y el mantenimiento de los servicios que implican al bolsillo de todos los ciudadanos. Por eso es importante regular un sector que tiene una deriva social importante. Al Ayuntamiento le interesa que la oferta se ajuste a la demanda y además que las viviendas sean lo más baratas posible para lo que tiene instrumentos a través del Plan de Urbanismo para favorecer la vivienda protegida.

Los datos que aparecen en la Memoria Informativa del PGOU que todavía no ha hecho público la Alcaldesa Rosa Valdeón corrigen a la baja los datos de la Asociación de Promotores, pero el mensaje es el mismo: en Zamora se están construyendo viviendas que el mercado no es capaz de absorber. Desde las 976 de 2002, hasta las casi 1.700 de 2007. El ritmo de ventas puede que se cifre en las 500 como dice Aprinza, pues ese dato parece corroborarse en las diferentes Memorias de los planes de urbanismo. Esa descompensación se produce en los últimos años en los que ya se reconoce por todos los partidos políticos que se ha fomentado una burbuja inmobiliaria muy perjudicial para la economía del interés general.

En cuanto a los precios del metro cuadrado de vivienda, y en contra de los principios del capitalismo, el exceso de oferta no ha hecho bajar los precios. En Zamora según la Memoria del PGOU escondido, el metro cuadrado de vivienda en el año 2000 valía 1.000 €, y en año 2007 se estimaba en 2.100 €. Más del doble en tan sólo siete años para un bien que los poderes públicos tienen la obligación de darle una dimensión social.

En estos momentos hay multitud de planes parciales abiertos en la ciudad. Alguno de ellos con más de 1.000 viviendas en proyecto. Por el contrario sectores del interior de la ciudad se van despoblando y sus casas arruinando. El Casco Antiguo, San Lázaro, algunas zonas de la margen izquierda (¿se ha dado la Alcaldesa un paseo por Rabiche?), etc.

Proyectar 12.000 viviendas nuevas en el PGOU de 2009 en la margen izquierda del Duero, aparte de los muchos miles ya proyectados en el Plan de 2001, carece de sentido. Proyectar viviendas a cuatro o cinco kilómetros en dirección a Carrascal, cuando mantenemos bolsas de suelo importantes sin desarrollar en el propio casco urbano no puede explicarse.

La ciudad se proyecta ahora para 166.000 habitantes (¡), cuando en el Plan de 2001 se proyectaba para 104.000. Pero nos mantenemos anclados en los 66.000.

En fin, sólo rogar a la Sra. Alcaldesa que saque a la luz el Plan cuanto antes y que comience el debate en la sociedad. Que se pronuncien los sindicatos, los partidos, el Colegio de Arquitectos, la FAVE, el Foro Ciudadano, la CEOE y los ciudadanos preocupados por su ciudad. A ver si entre todos logramos convencer a la Alcaldesa de que lo que pretende no corrige el error de su antecesor (y del Sr. Macías), sino que lo eleva al cuadrado.

Ya todo el mundo sabrá que, efectivamente, es demencial creer que en Zamora capital algún día seremos 166.000 personas, más cuando lo único que hacemos es perder población a favor de capitales con más recursos. ¡Ver para creer!

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