martes, 2 de diciembre de 2008

El aguinaldo del "rey mago ZP"

Laura Rivera dixit:

El aguinaldo

El Gobierno quiere alegrarnos las fiestas aunque el gordo sea muy repartido

LAURA RIVERA.

Andábamos por estas pobres tierras preparándonos para el temporal de frío y nieve que entraba por Sanabria como todos los años, y capeando el temporal de la crisis que no nos había dejado nunca pero que se iba cobrando sus piezas y amenazaba con arreciar fuerte con la llegada del invierno, cuando el Gobierno de España llegó con el aguinaldo para alegrarnos las fiestas, antes de que el gordo sea muy repartido, tape los agujeros y se vaya como casi siempre al "extranjero".

Una buena noticia para los ayuntamientos de la provincia que habían visto recortada la aportación del Estado con la nueva forma de financiación, y que ahora tendrán un pellizco para añadir a los raquíticos y austeros presupuestos municipales del próximo año que Maíllo anunciaba y denunciaba todos los días. Y es que el rey mago y laico ZP sabe cómo hacer las cosas para llenar de ilusión a los más pobres de la Administración, los ayuntamientos, que como los otros pobres de la sociedad se conforman con el aguinaldo por estas fechas de dulces Jesusitos recién nacidos, ajenos a la lucha de crucifijos; de remotas, paganas o laicas celebraciones del solsticio de invierno, y de hipercapitalistas fiestas de derroche y consumo navideño avivado por el frío de la nostalgia y el calor de la familia.

A falta de un buen salario y de la posibilidad legal de luchar por conseguirlo durante los años borrados de la memoria histórica, durante el franquismo era normal que las empresas tuvieran un detalle navideño con los trabajadores, y que éstos entre sí también dieran o pidieran aguinaldo en estas fechas para completar el escaso sueldo y dejarse los dientes con el turrón duro, que era duro de verdad.

Siguiendo la tradición, el Gobierno de España reparte a los zamoranos el aguinaldo para que no se desvanezca la ilusión capitalista amenazada por la quiebra de Valsán, los "eres" de Pevafersa y Cuesta Vila, el corte de luz de las Pizarras de Riofrío, la retirada de capital de la mítica Ecobarcial, el capital inglés de la Azucarera que queda, y hasta la leche de oveja churra y merina que no llega para el queso, y el vino y el aceite de la Virgen de la Bandera que anda en búsqueda de un milagro... Eso sin contar con los chinos comunistas que copan el comercio y sin saber si andan los rusos por aquí, que antes eran comunistas y ahora parece que son una mafia con empresas y espías.

El caso es que ZP sabe lo que se hace, y lo mismo que inventó el cheque bebé siguiendo la tradición de regalarle algo al recién nacido, ahora nos viene con el aguinaldo que, bienvenido sea, nos permita pasar la fiesta con la ilusión renovada de que el sistema capitalista aprieta pero no ahoga.

Otra cosa es a quién va a llegar al final el aguinaldo. Porque como desde hace años, todo se tiene que ir a la inversión en obras y construcción, para que al final quede en manos de los de siempre, los constructores, que parecen el motor de la economía española, y que ya han recibido ayudas directas para la vivienda. También se crearán puestos de trabajo en el sector, claro está, con lo que los tres dioses en uno del capital -"gastar, producir, consumir"-, mantendrán su lugar en las peanas del altar.

Es lo que tiene el aguinaldo, que nos deja a todos tan contentos porque aunque el sueldo no nos llegue durante todos los meses del año, al menos en estos días comeremos turrón... aunque sea como siempre del duro.

¡Y que nadie nos amargue la propina! Que ya vendrá la cuesta de enero, y lo sabemos, pero acabamos el año dando gloria a las "alturas". (Al Gobierno me refiero, que luego nos llaman "cristofóbicos", cuando lo que tenemos algunos es "capitalismofobia", como Cristo por cierto, que andaba con los pobres y las putas y por eso acabó como acabó).


Como siempre con sentido del humor un tanto amargo, pero fidedigno. ¡Qué buen retrato!

No hay comentarios: