miércoles, 14 de mayo de 2008

300 kilos de barbarie

Legutiano (Álava), 2:58 horas de la madrugada: unos asesinos hacen explotar un furgón bomba a la puerta de la casa cuartel de la Guardia Civil de esa localidad; el resultado nos recuerda otras épocas muy dolorosas, con asesinatos cada poco, esperemos que esto no sea el renacer de aquellos tiempos.

Aunque estoy convencido de que ninguna causa merece la muerte de nadie, la historia nos enseña que la lucha por la independencia (¿de qué?) de cualquier pueblo siempre es a costa de sangre: el más alto precio para conseguir vaya-usted-a-saber-qué. Pero siempre se pierde en ese camino el brillo en los ojos de los que ansiaban otros mundos, otras formas de vivir. De verdad, no vale la pena, si el precio a pagar es éste.

Así es como ha quedado el lugar:



Para quedar con sabor de esperanza en la boca -¡sic!- pensemos que podía haber sido mucho más mortal dada la cantidad de explosivos detonadas, y esperemos que sean apresados y puestos a disposición de la Justicia cuanto antes.

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