sábado, 7 de noviembre de 2009

Lógica y logística de la vega de Villagodio

Publica hoy La Opinión el siguiente artículo:


Lógica y logística de la vega de Villagodio
En lugar de tierras regables y unos miles de ovejas que producen cosas sencillas, quieren poner un Centro Logístico

Por LAURA RIVERA CARNICERO

La plataforma en defensa de la vega de Villagodio por su valor agropecuario salió a la calle para pedir la firma de los zamoranos contra su desaparición, y repartió humildes patatas de la tierra, de esas que han quitado el hambre a lo largo de la historia de la humanidad, para defender la supervivencia de la agricultura en las tierras más fértiles de la ciudad.


Se enfrentan a un macroproyecto de desarrollo inventado en los despachos de alguna consultaría contratada por el poder político regional, para conseguir fondos europeos y mover el ladrillo y el cemento que andan de capa caída o, lo que es peor, escondiéndose bajo la capa para que no salga a la luz del otoño la especulación de los últimos años.


Altisonante nombre de «Cúpulas del Duero», de las que andan por el cielo, contra sencillas patatas de la tierra, libran una batalla desigual en la que nos vemos todos implicados porque nos hablan de desarrollo económico, y eso son argumentos de peso en medio de la crisis económica de la que nos pregonan abstinencia y sacrificio para casi todos y agua bendita en forma de subvenciones para los elegidos de la banca y las grandes empresas.


A Villagodio, como a los hombres y mujeres del campo, les vuelve a tocar expropiación a precio de rústico, en una tierra fértil que se riega con el dinero de todos invertido en el canal de Toro a Zamora.


En la misma zona, los que andan por las cúpulas del poder han inventado un faraónico proyecto del mismo nombre para instalar una cúpula bajo la que crezcan empresas de nuevas tecnologías a través de la iniciativa privada y el impulso público que les dará la cúpula, y que supondrá un revulsivo a la falta de desarrollo de Zamora y bla, bla, bla..., que por más que lea el proyecto no soy capaz de decir para que se me entienda qué es eso de la «cúpula de la tecnología».


Claro que si no lo entiendo es porque me pasa como a la gran mayoría de los zamoranos de a pie de tierra, que somos todavía un poco de pueblo y estamos lejos de las cúpulas donde se instala el poder para gobernar por nuestro bien.


El caso es que en lugar de tierras regables de cultivo y unos miles de ovejas que producen cosas de campo sencillas y sabrosas como patatas, quieren poner un Centro Logístico para trasladar productos indeterminados de un lugar a otro y crear unos miles de puestos de trabajo cargando y descargando camiones y hasta trenes (qué tarde se dan cuenta de que los trenes también pueden ser logísticos).


Así que no nos queda más remedio que convencerles con sus propias armas dialécticas si queremos salvar las tierras más fértiles y los productos de la tierra que nos han acompañado en la mesa cotidiana salvándonos del hambre.


Por ello hay que defender a las «patatas logísticas», a través de un proceso por el cual se transformen en «el producto justo, en el sitio justo, en el tiempo oportuno, al menor costo posible», y después «distribuirlas eficientemente para que lleguen al consumidor».


Conseguida una definición de la logística, sólo nos queda aplicarla al caso concreto de Villagodio. El producto «justo» en una vega es el agroalimentario; el sitio «justo» al lado de un canal de riego; el tiempo no puede ser más «oportuno» porque se está gastando dinero en la modernización del regadío, y el «costo» es el menor posible de la ciudad por todas las razones anteriores.


¿Por qué ese empeño entonces en construir un centro logístico de transporte ficticio de productos inconcretos donde ya existe una forma de desarrollo económico desde hace años?


La ciudad de Zamora tiene muchas zonas convertidas en eriales donde no hay nada cultivado, más o menos bien comunicadas, al lado de polígonos industriales, donde se podría instalar el famoso cylog e incluso las cúpulas que hicieran falta, para conseguir un producto justo en un sitio justo, y todo lo demás. Para intentar el desarrollo económico sin destruir otra forma de desarrollo.


No estamos obligados a elegir entre la lógica y la logística, porque ambas pueden respetarse.


Se trata de producir patatas logísticas, de esas que hoy no valen nada porque ha bajado el precio en los mercados más cercanos. Porque la logística puede servir para llevarlas a los lugares del mundo donde todavía hay gente que tiene hambre y hasta se muere de hambre. Por pura lógica, justicia social y encima hasta moderna logística.

Y tú, ¿ya has apoyado la propuesta de los agricultores de Villagodio? Porque en este lado del Duero no tardaremos en seguir viendo intentos similares... ya sabes ¡cuando las barbas de tu vecino veas cortar...!

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